Historia del Peso y del Dólar en Colombia

Marzo 19, 2024 Para hablar del precio del dólar en Colombia, debemos conocer primero que dinero se manejaba en Colombia y como era la economía colombiana a principios del siglo XIX.

La evolución del dinero en Colombia se remonta a la época de la colonización española, cuando se introdujo el sistema monetario en América Latina. Durante el periodo colonial, el comercio se basaba principalmente en el intercambio de monedas que estaban en circulación en Europa en el momento de la conquista.

No obstante, la necesidad de acuñar monedas utilizando recursos locales condujo a la creación de la Casa de la Moneda de Santa Fe de Bogotá. Fundada en 1621 en el Nuevo Reino de Granada, esta institución se distingue por ser la primera casa de la moneda en América Latina que fabricó monedas de oro.

Tras la independencia de Colombia, entre 1810 y 1816, la Casa de la Moneda atravesó una crisis significativa debido a la disminución de la producción local de oro. Esta situación generó una escasez severa del material necesario para la acuñación de nuevas monedas, lo que dificultó la financiación del país en su estado postbélico.

Real Colombiano

El período comprendido entre 1821 y 1905, es un período (de transición) durante el cual se forma paulatinamente la política y el sistema monetario del país. En 1821, la moneda colonial española, que se había utilizado hasta ese momento, fue sustituida por el real colombiano. Esta nueva divisa mantenía la equivalencia tanto en valor como en contenido de metal fino con su predecesora. Durante los primeros años de la República, y conforme a la ley del 1 de octubre de 1821, las cédulas y ordenanzas españolas sobre la acuñación de oro siguieron vigentes en Colombia.

El congreso de Cúcuta en 1821 estableció el Peso Plata como patrón monetario. Como consecuencia de la generalización de la exportación de monedas de oro y plata como mercancía, en 1844 el Congreso prohibió la exportación de monedas, joyas, oro y plaat en barras o en polvo. A pesar de estas medidas este tipo de comercio se siguió realizando en forma ilegal, produci;endose una escasez de medio circulante.

A partir de 1830, se comenzaron a realizar emisiones de moneda específicamente para Colombia, reflejando los diversos nombres que el estado adoptaba en ese momento.

Peso Colombiano

En 1837, el peso colombiano reemplazó al Real a una tasa de 1 peso por 8 reales, convirtiéndose en la principal moneda. Desde 1835 la tasa de conversión respecto al dólar de Estados Unidos de América era de $1.04 por dólar.

A partir de 1845, empieza un sistema monetario bimetálico con base en el Real de Plata, y una equivalencia de 1 a 5 con el oro. Así mismo, se permite de nuevo la exportación de oro con un impuesto del 6%.

En 1847, mediante la ley del 27 de abril, la República de la Nueva Granada cambió su sistema monetario a decimal, dividiendo el peso en 10 reales llamándolo el peso “Granadino”, cada uno de los cuales se dividía en 10 décimos de reales. También permitió la circulación de monedas de plata extranjeras. El real fue renombrado décimo en 1853, aunque las últimas monedas de real fueron acuñadas en 1880.

Se da formalidad al uso del peso en territorio colombiano en el año 1857, mediante la Ley del 30 de junio de ese mismo año, la cual declara que la unidad monetaria sería el peso, moneda de plata de veinticinco gramos a la ley de 0,900, dividido en cien centavos y autorizó la acuñación del Cóndor, moneda de oro de diez pesos, con diez y seis gramos ciento veintinueve miligramos de peso, a la ley de 0,900. Decretó igualmente esta ley la acuñación del Escudo o quinto de Cóndor, el Doblón o medio Cóndor y la Onza o doble Cóndor, con el peso y valor correspondientes.

La escasez de medio circulante y la necesidad de financiación de la guerra civil de 1860 hizo necesaria la implantación del papel moneda de curso forzoso (que la ley obliga a aceptar como medio de pago).

En 1861, por decreto de fecha 31 de agosto, el gobierno decretó que los pagos oficiales se realizarían en billetes de Tesorería, moneda de oro o plata nacional o extranjera, o billetes del Banco de Inglaterra. La ley 9a. de 1864 admitió la circulación de la moneda de plata del Perú, de la Confederación Helvética y del Reino de Italia y todas las demás cuyo peso y ley guardaran relación con las monedas colombianas.

Finalmente, en 1870 se fundó el Banco de Bogotá, el primer banco privado de Colombia. Después surgieron otros bancos como el Banco Popular, el Banco de Colombia y el Banco de Antioquía.

Uso del Patrón Oro, nace el Peso Oro

En 1871, los Estados Unidos de Colombia adoptó el patrón oro, un sistema monetario que establece el valor de una moneda en función del valor del oro para ese momento. Estableciéndose como unidad monetaria el Peso Oro, equivalente a un (1) gramo de oro y doce de plata (cinco francos franceses). Esta medida robusteció considerablemente a la economía colombiana.

La escasez de divisas extranjeras, inflación de los costos de imprenta y las guerras de 1876 y 1885 además de la nueva constitución y nacimiento de la República de Colombia, condujeron a la eliminación del patrón oro y a la implantación nuevamente del régimen del papel moneda en 1886, cuya unidad básica era el peso.

En 1880 el presidente Rafael Núñez crea el Banco Nacional de los Estados Unidos de Colombia, el cual tenía entre sus múltiples funciones la de imprimir el papel moneda, que fue denominado como peso moneda corriente. La tasa de cambio en 1880 era de $1.20 pesos por dólar.

Creación y Liquidación del Primer Banco Nacional (1881-1894)

La creación de un establecimiento de crédito, que prestara los servicios de un Banco Central, fue prevista en Colombia por los constituyentes de 1821. En efecto, el artículo 55 de la Carta Fundamental de aquel año, señala entre las atribuciones del Congreso la de “organizar un Banco Nacional ”.Sin embargo, solamente el 1º de enero de 1881, en virtud de las disposiciones de la ley 39 del año 1880, pudo fundarse el Banco Nacional durante la presidencia de Rafael Nuñez, cuya vida coincide con uno de los periodos más agitados de la historia de la República (1881-1894). En 1881 la tasa de cambio era de $1.22 pesos por dólar.

Por el decreto 104 de 19 de febrero de 1886 se ordenó que la unidad monetaria y moneda de cuenta de Colombia fuera el billete del Banco Nacional. El público recibió con recelo sus billetes y el gobierno, abrumado por los gastos de la guerra y la falta angustiosa de moneda metálica en circulación, decretó que a partir del primero de mayo de 1886 la unidad monetaria sería el billete de un peso del Banco Nacional.

La ley 87 de 1886 declaró que los billetes del mencionado Banco continuarían siendo la moneda legal de la República, de forzoso recibo, y prohibió estipular cualquier otra especie de moneda en los contratos. En 1886 la tasa de cambio era de $1.33 pesos por dólar.

La ley declaró que la emisión de billetes sería privilegio exclusivo del Banco Nacional, pero que el Poder Ejecutivo permitiría dicha emisión a los bancos privados establecidos con anterioridad y a los que se organizaran en el futuro, siempre que unos y otros adquirieran el compromiso incondicional de aceptar como dinero efectivo los billetes del Banco oficial.

En abril de 1887 mediante la ley 57, los bancos privados en Colombia perdieron el derecho de emitir billetes, marcando el inicio del régimen de papel moneda de curso forzoso. Sin embargo, el Banco Nacional excedió los límites de emisión establecidos, provocando una acelerada inflación que se profundizaría desde el año 1888, lo que resultó en un escándalo en 1894. Se descubrió que el 42% de la masa monetaria en circulación provenía de emisiones ilegales. Aunque el Congreso ordenó la liquidación del banco mediante la ley 70 de 1894 y señaló rentas especiales para la amortización del papel moneda, la guerra civil de 1895 y eventos posteriores impidieron su ejecución, permitiendo que las emisiones de papel moneda continuaran hasta el cambio de siglo.

Junta de Amortización

En 1903, durante el gobierno de José Manuel Marroquín, es fundada la Junta de Amortización, por medio de la ley 33 de octubre de 1903. Las funciones de esta junta serían cambiar todo el efectivo en circulación por una divisa nacional, el peso oro, esto a una tasa de cambio de cien (100) antiguos pesos por un (1) peso oro. Además, el peso oro, como su nombre lo dice, estaría respaldado en oro, para reintroducir el patrón oro, perdido por la emisión descontrolada de dinero durante la guerra de los mil días (17 oct 1899 - 21 nov 1902). En 1903 la tasa de cambio aumentaba y llegaba a los $2.77 pesos por dólar.

Según la misma ley, se estableció como nueva unidad monetaria del país el peso oro de 1672 miligramos de peso y 900 milésimas de firmeza. De inmediato, la junta prohibió emitir más dinero y determinó el curso legal forzoso del dinero emitido por el gobierno nacional y los gobiernos departamentales. Sin embargo, la junta mostró ser poco efectiva, ya que las subastas de oro solo lograron retirar algunos de los billetes en circulación.

Con la creación del Banco Central de Colombia, en 1905, la junta perdió casi todas sus atribuciones; sin embargo, seguiría existiendo legalmente hasta 1909, cuando se estableció la Junta de Conversión.

Banco Central de Colombia (1905-1909)

En 1905, bajo la presidencia de Rafael Reyes, se hace un nuevo intento para crear una banca estatal, y es mediante la ley 59 de 1905 que se crea el Banco Central de Colombia que se encargaría de la conversión del papel moneda por moneda metálica “en la proporción de $100 pesos en papel moneda por un $1 peso oro”. Mas adelante, mediante el decreto legislativo 47 del 6 de marzo de 1905, se le concede el derecho exclusivo de emitir billetes por un periodo de treinta años. Este nuevo banco continuó con muchas de las funciones de la Junta de Amortización y estableció una tasa de cambio fija respecto a la libra esterlina, según la cual 5 pesos equivalían a 1 libra. En 1905 la tasa de cambio bajó hasta los $1.04 pesos por dólar.

Una de las consecuencias inevitables de las guerras civiles de fines del siglo 19, fue la desvalorización de la moneda colombiana, hecho que hubo de reconocer la ley 19 del 12 de abril de 1905, al ordenar la conversión del papel moneda por oro, en la proporción de ciento por uno. Entre 1907 y 1914, se retomó la emisión de monedas equivalentes en valor a los billetes vigentes.

Finalizando el gobierno del general Rafael Reyes Prieto se crea una amplia controversia acerca del funcionamiento del Banco Central, lo que lleva al gobierno del presidente Ramóin González Valencia a cancelar su contrato con el Banco Central y expedir la Ley 69 del 20 de diciembre de 1909, según la cual se crea la Junta de Conversión, encargada de retomar el trabajo dejado por la ya extinta Junta de Amortización. Durante este periodo el papel moneda comienza a imprimirse con valores nominales expresados en pesos oro.

El Banco Central funcionó desde el 6 de mayo de 1905 hasta finales de 1909. Esta institución se convirtió, poco tiempo después de la transformación política de 1910, en un organismo de carácter netamente privado, sin privilegio alguno del Estado.

Economía en Crisis

Nuestra economía estaba en crisis debido a una larga guerra civil (guerra de los mil días entre los liberales y el gobierno conservador, comprendida entre 1899 y 1902) que dejó una depreciada moneda y una inflación del 300%. La situación se agravó con la pérdida del departamento de Panamá en 1903. Además, la falta de infraestructura de transporte dificultaba la conexión entre las regiones del país. En 1913, Colombia tenía una de las tasas más bajas de kilómetros de ferrocarril y exportaciones per cápita en América Latina.

Pese a esos tropiezos, la expansión de la economía, merced en buena parte al crecimiento del café, reclamaba la existencia de una institución que proveyese el medio circulante que las circunstancias demandaban. Expresión de esa necesidad fue el hecho de que entre 1905 y 1922, período caracterizado por la estabilidad cambiaria y la tendencia en algunos años a la reducción del nivel de precios, se presentaron al Congreso quince proyectos de ley para crear un banco nacional de emisión. Necesidad para cuya solución se tropezaba con la disposición del Acto Legislativo 3 de 1910 que constitucionalmente prohibió la emisión de papel moneda de curso forzoso.

Ante la escasez de numerario, en 1919 Esteban Jaramillo, ministro del Tesoro del gobierno de Marco Fidel Suárez, se vio obligado a emitir cédulas de Tesorería las cuales, por las condiciones de estabilidad monetaria, fueron aceptadas a la par y circularon como medio de pago. Medida que se complementó con la expedición del decreto 126 bis de 1919, que dispuso recibir en las oficinas recaudadoras de impuestos, a la par con la moneda nacional, los billetes emitidos por el Banco de Inglaterra. La Corte Suprema de Justicia no encontró ajustada a la Carta Constitucional esa disposición, fallo que desató una polémica entre el ministro Jaramillo y esa corporación porque con él se puso término a la circulación de los billetes ingleses.

En 1919, fuertes oscilaciones en el cambio reactivan la ola de especulación con el dólar y provocan crisis cambiaria. El dólar se cotiza en enero a $0.84 pesos por dólar, en octubre se pone a la par (cien por cien) y termina el año en $0.99 pesos por dólar, gracias a la hábil maniobra del Gobierno con los denominados billetes Ingleses que mediante decreto 1076 del 24 de mayo de 1919 ordenaba liquidar unas libranzas del tesoro con unos depreciados billetes ingleses.

A principios de la década de 1920, Colombia tenía un importante atraso en infraestructura de transporte en comparación con otros países de la región. Aunque el desarrollo de los ferrocarriles había sido común en el siglo XIX en otros lugares (En 1923, Argentina tenía 3.6 Kms por cada 1,000 habitantes, en Colombia eran tan sólo 0.2 Kms por cada 1,000 habitantes), Colombia no experimentó el mismo crecimiento. La exportación de café y otros bienes básicos requería una infraestructura adecuada para conectar los centros urbanos y de producción con los puntos de importación y exportación. Sin embargo, un ambicioso plan de obras públicas requería recursos significativos que el país no tenía. Por lo tanto, el crédito externo se veía como la solución para iniciar el proceso de ‘modernización’ que necesitaba el país.

Endeudarnos para mejorar la infraestructura de exportación

Después de la Primera Guerra Mundial, Colombia tuvo dificultades para obtener crédito debido a su reputación (guerras civiles, inflación desbordada) y a las complicadas condiciones de los mercados internacionales de crédito. A pesar de los esfuerzos del presidente Suárez, no fue hasta mediados de la década que los banqueros estadounidenses comenzaron a invertir en el país. La creación del Banco de la República en 1923 se atribuye en gran medida a la necesidad de estabilizar el sistema bancario colombiano para acceder a los mercados internacionales de crédito.

La Primera Guerra Mundial provocó un cambio en los mercados globales de crédito, con el Reino Unido pasando de ser un acreedor a un deudor neto. Esto llevó a restricciones en los préstamos internacionales gestionados en Londres, lo que obligó a los países de América Latina, incluyendo Colombia, a buscar recursos en Nueva York. Sin embargo, las tensiones entre Colombia y los Estados Unidos (por la pérdida de Panamá), junto con el distanciamiento del sistema bancario colombiano de los estándares internacionales, generaban desconfianza.

Banco de la República

A inicios de 1923, existía una fuerte expansión del sector bancario, sin embargo, este proceso de expansión vino acompañado de una concentración de la actividad bancaria en un número pequeño de instituciones con respecto a las que existían en el país para los primeros años de la década de 1920, y es por esto que debido a la importancia de tener un sector bancario sólido y organizado nace la ley 45 de julio 19 de 1923, que principalmente, dió luz a la Superintendecia Bancaria (hoy conocida como Superintendencia Financiera de Colombia). En diciembre de 1923 la tasa de cambio era de $1.04 pesos por dólar.

Desde 1909 se sometieron al estudio del parlamento varias iniciativas tendientes a la organización de un banco emisor, ninguna de las cuales pudo llevarse a la práctica. Hasta que, la misión de consejeros financieros norteamericanos, que presidió el profesor Edwin Walter Kemmerer, de la Universidad de Princeton, elaboró un proyecto para la creación de un banco central, que aceptado por el Congreso con algunas modificaciones, se consagró en la ley 25 de 1923, orgánica del actual Banco de la República.

La firma del tratado Thompson-Urrutia en 1914 (en donde los Estados Unidos después de muchas modificaciones terminaron pagando a Colombia 25 millones de dólares como indemnización por la pérdida de Panamá), y la compensación inicial de 5 millones de dólares por la pérdida de Panamá (recibidos en 1922, 8 años después de la inauguración del canal) allanaron el camino para la fundación del Banco de la República, el resto de los dineros fueron invertidos en infraestructura de transporte en el país (vías de ferrocarril, puertos, dragado de ríos, etc), destacándose la inversión en vías ferroviarias, que logró que entre 1922 y 1929 esta red nacional pasara de 1,481 a 2,434 kilómetros (actualmente se usan menos de 1,000).

El Banco de la República debía iniciar operaciones en los primeros días de 1924, pero un retiro masivo de depósitos del Banco López obligó a que la institución iniciara labores el 23 de julio de 1923. Establecido como un banco de emisión, giro, depósito y descuento y como banco de bancos de quienes recibe depósitos y a quienes hace préstamos y descuentos, el Banco de la República es, en sentido estricto, el primer y único Banco Central que ha existido en Colombia hasta nuestros días.

El Banco de la República de Colombia operó bajo un patrón oro hasta 1931, manteniendo una relación del 60% entre el oro en su poder y los billetes emitidos. Su administración inicial fue confiada a una Junta Directiva en la que los banqueros elegían a siete miembros y en la que el gobierno solamente tenía tres de las diez sillas que la conformaban, tratando con ello de evitar los abusos que sobre emisión había cometido el poder ejecutivo en el pasado. Inicialmente el Banco fue constituido por un período de veinte años, extendido luego por diez años más hasta 1953. En 1951 se prorrogó su término de duración hasta 1973, año en el cual, en virtud de las normas de la ley 7ª, el término fue prorrogado hasta el año 2072.

Ahora con unas instituciones financieras formalizadas (como lo exigía el mercado internacional), el fuerte crecimiento del endeudamiento fue entonces lo que llevó a Colombia a ser el país que presentó el crecimiento más acelerado de la deuda externa en la región. Entre 1913 y 1929 Colombia pasó de ser el país con el menor capital norteamericano en América Latina, a estar solo por debajo de Cuba, Argentina, México, Brasil y Chile. Se generó un período de prosperidad económica, que determinó que el crecimiento de la deuda externa era el camino necesario para sacar adelante proyectos en pro del crecimiento y desarrollo económico del país.

Se acaba la fiesta de los millones

Toda esta expansión terminó en la llamada desaceleración y la gran depresión ocurrida entre 1929 y 1931, lo que provocó la caída en los precios mundiales de los bienes básicos, de los cuales en una gran proporción dependían las exportaciones de Colombia. Generando una caída súbita del ingreso de las divisas y el posterior incumplimiento del pago de las obligaciones adquiridas hasta la fecha.

Lo que más afectó al país, fue la caída de los precios mundiales del café, de los que las exportaciones dependían en un 75%. Esto generó dudas sobre la solvencia financiera del pais, y sumado a la estruendosa caída de la Bolsa de Nueva York en 1929, provocaron que los mercados financieros internacionales se cerrarán al país. Esta caída de las exportaciones, generó la obvia caída en los ingresos de divisas, que también provocó la caída de las importaciones, y por lo tanto los impuestos por tributación externa.

Hay que vender más, se acabó el patrón oro, bienvenida la devaluación

Hasta este momento el dinero circulante en Colombia estaba atado al comportamiento de las reservas de oro. El auge de los precios del café entre 1923 y 1928 hizo que estas reservas de oro crecieran de forma acelerada. Pero la crisis por el cierre de los mercados internacionales de crédito para el país en 1929, causó un fuerte impacto en las reservas de oro que pasaron de USD 61,4 millones a USD 13,7 millones, fenómeno que se trasladó a una fuerte contracción de la base monetaria y por tanto de los medios de pago.

Durante la Gran Depresión, Colombia experimentó un impacto limitado debido al buen rendimiento de las exportaciones de café y la industria nacional. El Banco de la República mantuvo una postura ortodoxa, defendiendo la convertibilidad del peso por oro a una tasa fija, pagando la deuda externa y sin aumentar el crédito al gobierno. Este enfoque resultó en un ajuste a través de la deflación entre 1929 y 1932.

En 1931, cuando el Reino Unido abandonó el patrón oro, Colombia cambió su vinculación al dólar estadounidense, induciéndose así una leve devaluación en la moneda. La convertibilidad del peso colombiano por oro termina ese mismo año mediante el decreto 1638 de 1931, pero la moneda continuó llamándose “pesos oro”. La vinculación hacía el dólar existió hasta 1949, cuando la inflación acabó con esta tasa de cambio.

Exactamente, el 24 de septiembre de 1931 mediante el decreto 1683, Colombia oficialmente abandonó el patrón oro y así la 'paridad' con el dólar estadounidense, y se puso en marcha el mismo día el control de cambios que duraría hasta enero de 1991 (Ley 9 del 17 de enero de 1991).

La convertibilidad del peso por oro se acabó con la crisis monetaria mundial ocurrida en el año de 1931, lo que llevó al país a suspender esa figura, lo cual ocurrió, inicialmente, en virtud de lo dispuesto en el decreto 1683 de 1931 del gobierno de Enrique Olaya Herrera, que suspendió el ·libre comercio de oro (prohibió la tenencia de oro por los particulares), posteriormente por la Ley 46· de 1933, que amplió la inconvertibilidad hasta por un término de cinco años y, finalmente, por la Ley 167 de 1938 que la consagró indefinidamente, en forma tal que en la actualidad se mantiene.

Como resultado de una caída de los precios en Colombia mayor que en los Estados Unidos, la tasa de cambio real del peso colombiano contra el dólar estadounidense se redujo en el período 1930-1932 (necesitarías menos pesos para comprar 1 dólar). A Colombia no le interesaba tener una moneda fuerte, ya que encarecía sus productos en el exterior, así que inicia con sus devaluaciones. El 12 de enero de 1932 el gobierno decidió devaluar el tipo de cambio de $1.04 a $1.05 pesos por dólar.

Poco después, en marzo de 1933 se devalúo el tipo de cambio al $1.16 pesos por dólar, por segunda vez desde 1932. Además en este mes se registró una crisis bancaria en Estados Unidos, con lo cual, los bancos norteamericanos estuvieron cerrados entre el 4 y el 12 de ese mes, obligando al Banco de la República a salir a comprar derechos de operaciones con los importadores norteamericanos por 1 millón de dólares provenientes en su mayoría de ventas de café. La situación se mantuvo tensa en abril y el 22 de mayo se autorizó una nueva devaluación, fijando la tasa de cambio en $1.27 pesos por dólar. Esta devaluación reviste una particular importancia pues se efectuó con relación a un dólar ya devaluado en términos del oro.

Durante septiembre de 1933, las oscilaciones del tipo de cambio fueron altas. Situación que preocupó al gerente del emisor y obligó al banco central pocos días después, en octubre de 1933 a salir a vender divisas a $1.5 para tratar de estabilizar el cambio. Las reservas internacionales comenzaron a bajar y el emisor suspendió las ventas de giros a $1.57 pesos por dólar en diciembre. De esta forma, desde enero de 1934 hasta octubre de ese año, el tipo de cambio fluctuó sin intervención. El nivel más alto se registró en agosto de 1934, cuando llegó a $1.81 pesos por dólar en el mercado bancario para luego descender a $1.54 pesos por dólar en noviembre. Entonces el emisor salió a comprar a $1.5 para sostener el cambio y el mercado reaccionó al alza.

En las mitades de los años 1933 y 1934, el Banco de la República devaluó el peso con respecto al dólar de los Estados Unidos, en términos nominales 19,1% para 1933 (1 USD = 1.34 pesos) y 30,4% para 1934 (1 USD = 1.75 pesos). Debido a esa devaluación nominal, el peso se devaluó en términos reales 54,2%, lo cual ayudó a la recuperación económica, pues le otorgó mayor competitividad a las exportaciones colombianas y estimuló el crecimiento del sector industrial y agropecuario.

El banco central decidió eliminar los remates en mayo de 1936 y fijó nuevamente la tasa de compra en $1.73 y la tasa de venta en $1.75 pesos por dólar contra solicitudes aprobadas por la Oficina de Control de Cambios. En octubre se aumentó en un punto la tasa de compra, por dificultades en el mercado cafetero, estos niveles del tipo de cambio permanecieron fijos hasta octubre de 1937. Desde noviembre de 1937 y hasta septiembre de 1938, se trató de revivir el uso del sistema de remates, pero mediante una Ley de 1938 se ratificó la tasa fija nominal de 1.745 para compra y 1.755 para venta.

El Nuevo Peso Oro vs Dólar de Roosevelt

El artículo 1º de la ley 167 de 1938 establece que “la unidad monetaria y moneda de cuenta nacional es peso oro, que pesaba 0,507816 gramos de oro fino. Con anterioridad a esta disposición regía desde el año de 1912 el artículo 127 del Código Fiscal, que señalaba el contenido de oro de la unidad monetaria en 1.464 gramos. Las dos leyes citadas consagran la división del peso en cien centavos. La ley 167 de 1938 vino a reconocer simplemente la realidad práctica que se confrontaba en el país desde mayo de 1936, cuando la cotización del dólar americano, que había experimentado grandes fluctuaciones, después de decretada en 1931 la inconvertibilidad de los billetes del banco emisor por oro, se estabilizó al tipo de 175%. La equivalencia en oro del nuevo peso colombiano quedaría en 0,507816 gramos, respecto al dólar Roosevelt de los Estados Unidos de 0,8886708 gramos de oro fino. En 1938 la tasa de cambio era de $1.75 pesos por dólar.

Si se considera que el peso colombiano de 1912 tenía 1,46449 gramos de oro fino y el del año de 1938 solamente tiene 0,507816 gramos, resulta que el porcentaje de la devaluación fue de 65,32%.

La cotización del dólar de los Estados Unidos se siguió manteniendo en Colombia al tipo de 175% ($1,75 pesos por dólar), que representaba, una paridad intrínseca de las nuevas monedas de los dos países.

Desde mediados de 1934 la tasa de cambio nominal se mantuvo fija alrededor de $1.75 peso por dólar, hasta que a finales de diciembre de 1948 se devaluó el peso nuevamente en 11,4% a $1.96 pesos por dólar. La devaluación puede estar en parte explicada por la incertidumbre generada con los nuevos cambios introducidos al Sistema de Tipos de Cambio Múltiples (STCM); la importante apreciación nominal del tipo de cambio oficial; la reducción de las reservas internacionales después de 1946, divisas que se habían acumulado durante los años de la guerra y también por la presión especulativa. Pero la devaluación fue inferior a la tasa de mercado que era de $2.68 pesos por dólar en el mismo mes en que se devaluó.

La situación de la economía colombiana a comienzos de 1951 se caracterizaba por desajustes en la cuenta corriente de balanza de pagos pese a los buenos precios externos de café, el aumento de los medios de pago, básicamente por un mayor crédito doméstico, alta inflación y déficit fiscal, entonces el gobierno decidió devaluar nuevamente en un 28% de $1.96 a $2.51 pesos por dólar, mediante el decreto extraordinario 637 de marzo de 1951 y se eliminó el tipo fluctuante instaurado en 1948.

En junio de 1957 se decide adoptar un reforma cambiaria, cuando ante las presiones de la guerra interna y sus repercusiones sobre la doliente economía, el gobierno permitió por primera vez en la historia cambiaria colombiana que el peso flotara, aunque se tratara de una flotación sucia. Esta reforma partió de devaluar el peso de $2.51 a $4.81 pesos por dólar, es decir un 92%, la mayor devaluación nominal del peso efectuada hasta la fecha. También dicha reforma preveía la formación de dos mercados cambiarios fluctuantes, un de certificados de cambio y otro de capitales. Con el primero se atendían todas las exportaciones, los pagos de todas las importaciones y las operaciones de capital anteriores a dicha Ley. Mientras que, en el mercado de capitales se cotizaban todas las operaciones de servicios como turismo, residentes y regalías y los registros de capitales ingresados al país como repatriación o como inversión productiva. El espíritu de la reforma trató de separar en un mercado las operaciones corrientes y en otro las operaciones de capital, con la idea de reducir la volatilidad del primer mercado en donde estaba el grueso de la balanza de pagos del país. Además, la reforma contemplaba una lenta eliminación de los controles cambiarios.

El Fondo de Estabilización hizo compras netas de divisas para sostener la tasa de cambio en $4,80 por dólar en junio y julio de 1957; ventas netas de divisas para mantener la tasa en $5,10 pesos por dólar en septiembre y octubre, y ventas para mantener la tasa en $6,10 pesos por dólar entre enero y marzo de 1958. En marzo de 1958 las autoridades fijaron la tasa de cambio de los certificados en $6,10 por dólar, “en respuesta a reclamos de productores locales y extranjeros según los cuales la flotación del peso había perturbado seriamente el mercado de café.”

Durante 1961 y 1962, Colombia enfrentó una situación cambiaria complicada, marcada por un déficit recurrente en la cuenta corriente de la balanza de pagos, una aceleración en el crecimiento de los medios de pago y un déficit fiscal sustancial. Estos factores crearon un ambiente de intensa discusión pública sobre el nivel del tipo de cambio que duró casi tres meses. En respuesta a esta situación, la Junta Directiva del Banco de la República implementó un esquema de manejo cambiario. En noviembre de 1962, la Junta tomó la decisión de devaluar la cotización nominal del certificado de cambio para la venta, pasando de $6,70 a $9,00 pesos por dólar, una medida que se haría efectiva en diciembre de 1962. Además, se mantuvo un mercado libre cuya cotización al momento de adoptar esa decisión, transaba las operaciones a $10,00 por dólar.

En el año 1963, el control de la política monetaria, crediticia y cambiaria pasó de la Junta Directiva del Banco de la República a la Junta Monetaria, creada por la ley 21 de 1963 y el decreto 2206 del mimos año.

En 1965 se eliminó el remate de los certificados de cambio y se establecieron dos mercados de divisas. Un precio para las divisas provenientes de las exportaciones distintas al café mediante una disposición del ejecutivo, que estableció que el Banco de la República adquiría las divisas provenientes de las exportaciones menores no al precio del mercado libre sino al que estableciera la Junta Monetaria. Mediante la Resolución 20 de 1965 se ejerció esa facultad y estableció un precio de $13,50 por dólar para las divisas provenientes de esas exportaciones, lo cual podría interpretarse como una revaluación, pues la cotización en el mercado libre era superior. Por lo tanto entre septiembre de 1965 y febrero de 1967 existieron dos tasas de cambio una de $9.0 pesos y otra de $13.50 pesos por dólar (esta ultima es la que reflejamos en nuestra serie del dólar histórico).

A fines de noviembre de 1966, mediante una disposición del poder ejecutivo se suspendió el mercado libre de oro y divisas y se dispuso que solo el Banco de la República podía adquirir y vender esos valores. Haciendo uso de las facultades establecidas en el Decreto 2867 la Junta Monetaria expidió las resoluciones 48 y 49 de 1966, las cuales reglamentaron las pautas que deberían seguirse para elaborar los presupuestos de divisas con cargo a los cuales se manejarían el mercado de capitales y el de certificado de cambio.

Nueva crisis, nuevo régimen cambiario

En 1966, Colombia enfrentó una crisis financiera debido a un desequilibrio en la balanza de pagos, lo que llevó a que las reservas internacionales del Banco de la República se volvieran negativas. A pesar de las recomendaciones del FMI y la AID para devaluar el tipo de cambio y garantizar un nivel adecuado de reservas internacionales, el Gobierno nacional optó por mantener su soberanía en la gestión de la política económica. En respuesta a la crisis, se emitió el Decreto 2867 del 28 de noviembre de 1966, que eliminó el mercado libre de divisas, y se solicitó al Congreso facultades extraordinarias para legislar en materia cambiaria. Estas facultades resultaron en la Ley 6 de 1967, y el Decreto 444, que, con algunas modificaciones que supusieron los decretos 569 y 688 del mismo año, se convirtió en la base del régimen cambiario del país hasta mediados de 1991.

El nuevo régimen cambiario establecido trajo consigo cambios significativos en comparación con las prácticas anteriores. Estos cambios incluyen:

  • La implementación de una tasa nominal flexible para evitar cambios abruptos y debates sobre la modificación del tipo de cambio.
  • El control de cambios que limita el uso de los ingresos de las exportaciones y los pagos de bienes y servicios comprados en el extranjero.
  • La unificación del tipo de cambio para mejorar la asignación de recursos y la certidumbre en las transacciones cambiarias.
  • La diversificación de las exportaciones a través de la creación de un fondo para su promoción y estímulos no cambiarios.
  • La concentración de las reservas internacionales en el Banco de la República, permitiendo un mejor control y conocimiento de su evolución.
  • La eliminación de las controversias periódicas sobre la devaluación nominal, proporcionando una visión más integral del manejo cambiario.

Con el nuevo régimen cambiario la unificación de la tasa de cambio se alcanzó en junio de 1968, cuando la tasa se cotizó a $16,30 pesos por dólar, que era la cotización existente en el mercado de capitales. Ello supuso que la devaluación nominal de 1967 fuese la más alta del período 1967-1977.

En 1981, la cuenta corriente se volvió deficitaria debido al balance del comercio de bienes y los pagos netos por servicios. Las reservas internacionales cayeron de USD 5.630 millones a USD 1.796 millones a fines de 1984. A partir de 1984, se decidió devaluar el peso, lo que resultó en un aumento en la tasa de cambio real hasta finales de los noventa. A finales de 1984 la tasa de cambio era de $113.89 pesos por dólar.

En 1985, los precios del café subieron, pero cayeron fuertemente en 1987. Sin embargo, el auge de las exportaciones de hidrocarburos, carbón y oro evitó dificultades cambiarias.

En 1989, se rompió el pacto de cuotas del café, lo que provocó una caída en los precios del grano y en el valor de sus exportaciones. A pesar de esto, la situación cambiaria no se vio notablemente afectada debido a las condiciones favorables del petróleo en los mercados internacionales y a la continuación de la devaluación real. En diciembre de 1989 la tasa de cambio era de $433.92 pesos por dólar.

A principios de los años noventa, la política sobre comercio exterior buscó reorientar la economía nacional hacia los mercados externos. Esto se manifestó con la expedición de la Resolución 57 del 26 de junio de 1991, que estableció el nuevo régimen cambiario. La nueva Junta Directiva del Banco de la República, instituida por los artículos 372 y 373 de la Constitución de 1991, comenzó a aplicar este régimen con la misión de velar por la capacidad adquisitiva de la moneda.

Creación de la TRM

El Gobierno y la junta directiva del Banco de la República oficializaron mediante resolución externa 15 del miercoles 27 de noviembre de 1991 la decisión de abrirle un mayor espacio a la tasa de cambio libre, que fija el mercado a través de la cotización del dólar en los bancos comerciales y las corporaciones financieras. Así, la tasa oficial que diariamente publicaba el Banco de la Republica solo serviría para redimir los Certificados de Cambio y perdera gradualmente importancia en el regimen cambiario.

Con la nueva orientacion, el costo en divisas que demande cualquier clase de operacion como fletes, tarifas, pasajes y servicio de deuda, tendrá como referencia la tasa de cambio que determine el mercado libre.

El valor promedio del dólar en el mercado libre también podrá ser utilizado por las empresas en su manejo contable y operaciones de comercio exterior.

La tasa del mercado libre para estas operaciones será determinada por el Banco de la República con base en un promedio obtenido de una encuesta que se hará diariamente en el mercado de bancos, corporaciones financieras y casas de cambio.

Así, el precio del dólar que diariamente publicaba el Banco de la República no tendría en la práctica ningún efecto, salvo el de servir como punto de referencia y de utilizarse para el pago de los certificados a su vencimiento.

La TRM se estrenó con un precio de $643.32 en diciembre de 1991, cayendo $51,28 respecto a la tasa de cambio anterior.

Año 1993, un Año Especial

El año 1993 fue un año de integración comercial (fué el año de el mayor número de acuerdos comerciales en América Latina), la economía del país creció por encima del 5%, el crecimiento de la demanda interna fue desproporcionado en un 12.3 por ciento en términos reales tuvo que ver con el aumento del gasto público, y otra parte por la dinámica inversión privada, incluyendo su componente de contrucción suntuaria (influenciado también por dineros del narcotráfico). El primero de enero inició con una tasa de cambio de $737.98 pesos por dólar.

La amplia oferta de crédito y la apertura de las importaciones, sin duda estimularon el consumo llegando a aportarle 4 puntos reales en el consumo privado, el cual a los precios del '93 representaría más de un billón de pesos de aumento extra.

Una hipótesis que a muchos colombianos les pareció obvia, es que el ingreso nacional real aumentó todavía más de lo que sugieren las estadísticas oficiales, gracias a una bonanza de la economía ilegal.

Tocando algo de historia nacional, este año tambien quedará marcado como el fin de Pablo Escobar, que se dió el jueves 2 de diciembre terminando así una de las etapas más angustiosas y cruentas en la historia reciente de Colombia.

A pesar de la desvinculación de nuestra moneda del patrón oro desde 1931, los billetes emitidos por el Banco de la República continuaron llevando sus denominaciones en pesos oro hasta 1993, cuando una demanda interpuesta por el exsenador Pablo Victoria ante el Consejo de Estado hizo que la palabra “oro” y el término “pagará al portador” fueran eliminados de los billetes.

El año 1993 cerró con una tasa de cambio de $804.33 pesos por dólar, una diferencia de $66.35 respecto al inicio de año.

La TRM más representativa

El 22 de enero de 1997, 1,867 días después (diciembre 1991) de que entrara a operar la TRM, la junta directiva del Banco de la República tomó la decisión de liberar a la tasa de cambio de los elementos que la distorsionaban. Tras la entrada en vigencia de la Resolución 1 del 8 de enero de 1997 de la junta directiva del Banco de la República, son menores las diferencias en la cotización que debe representar el mercado del dólar. Amparada en la resolución mencionada, la Superintendencia Bancaria impartió las instrucciones del caso para que sus entidades vigiladas reporten las transacciones en moneda extranjera sin incluir los cumplimientos de operaciones a futuro y transacciones realizadas por ventanilla.

Gracias a la nueva disposición, la TRM está libre de presiones y los usuarios pueden observar con mayor aproximación lo que está ocurriendo con el precio de la divisa.

Se acaba el Certificado de Cambio

A partir del lunes 24 de enero de 1994 el Banco de la República suspendió la emisión de Certificados de Cambio. Es decir, que los exportadores no tendrán ningún descuento por los recursos que reciba por sus ventas en en exterior. Los certificados que fueron emitidos hasta el viernes 21 de enero de 1994 mantendrían sus características y se redimirían de acuerdo con una tabla que se fija en la resolución externa número 2 de 1994. A finales de enero de 1994 la tasa de cambio era de $818.38 pesos por dólar.

El 24 de enero de 1995, la tasa de redención de los certificados expedidos el viernes 21 de enero sería de $1,025 pesos por dólar. El Banco de la República podía intervenir en el mercado cambiario con el fin de evitar que se produzca una devaluación o revaluación aceleradas y que aumenten exageradamente las reservas internacionales. Para ello podía vender o comprar divisas directa o indirectamente, a los bancos comerciales, las corporaciones financieras, las corporaciones de ahorro y vivienda, las compañías de financiamiento comercial y demás entidades financieras por un monto igual o equivalente al incremento previsto en las reservas.

Adiós a la tasa de devaluación

En torno a la tasa de cambio, se mantendría como único indicador la Tasa Representativa del Mercado (TRM), el cambio será fijado libremente por el mercado. De esta manera se elimina la tasa de devaluación estimada con el valor del Certificado de Cambio. El cambio del peso frente al dólar será el resultado de la libre oferta y demanda de divisas y el indicador principal será la TRM. Esto se consideró como una medida positiva para reducir la presión revaluacionista.

Así mismo, otra de las decisiones adoptadas por el Emisor fue una nueva política para la emisión de titulos de participación. Consistente en un sistema de subastas, donde los inversionistas hacen sus ofertas y la junta adjudica los títulos a un solo precio. De esta forma, las autoridades monetarias buscaban controlar el exceso de liquidez en la economía que se pudiera presentar como resultado de la eliminación del descuento y los certificados de cambio. Adicionalmente se determinó que podría actuar como agentes colocadores de operaciones de mercado abierto, para la presentación de ofertas exclusivamente para posición propia, los establecimientos bancarios, las corporaciones fianancieras y demás entidades.

Tras la entrada en vigencia de la Resolución Externa #1 del 13 de enero de 1997 de la junta directiva del Banco de la República, son menores las diferencias en la cotización que debe representar el mercado del dólar. Al cierre del año 1997 la tasa de cambio era de $1,293.58 pesos por dólar.

Amparada en la resolución mencionada, la Superintendencia Bancaria impartió las instrucciones del caso para que sus entidades vigiladas reporten las transacciones en moneda extranjera sin incluir los cumplimientos de operaciones a futuro y transacciones realizadas por ventanilla.

Nace la SIFC

La Superintendencia Financiera de Colombia fue creada el 25 de noviembre de 2005 a través del Decreto 4327. Esta entidad surgió de la fusión de la Superintendencia Bancaria de Colombia y la Superintendencia de Valores. El principal objetivo de su creación fue ejercer la inspección, vigilancia y control sobre las personas que realizan actividades financieras, bursátiles, aseguradoras y cualquier otra relacionada con el manejo, aprovechamiento o inversión de recursos captados del público. Esta supervisión tiene como fin preservar la estabilidad, seguridad y confianza en el sistema financiero, promover, organizar y desarrollar el mercado de valores colombiano y proteger a los inversionistas, ahorradores y asegurados. Además, la creación de la Superintendencia Financiera de Colombia respondió a la necesidad de concentrar funciones complementarias en una sola entidad y eliminar la duplicidad de funciones con otras entidades del orden nacional, en un esfuerzo por mejorar la austeridad fiscal y la eficiencia administrativa. A finales del 2005 la tasa de cambio era de $2,284.22 pesos por dólar.

¿En que consistía el control de cambios?

Este tipo de arreglo cambiario se caracterizó por que coexistieron distintas tasas de cambio (de compra y de venta), por productos y grupos de actividades de ingresos y pagos dentro de la balanza de pagos, tasas que se negociaban todas en un mismo período y, en donde la oferta de divisas a comerciar era controlada por el Banco de la República y, en algunas oportunidades podía ser determinada, sólo en parte, por el mercado.

El control de cambios desde 1931 y hasta 1938 tuvo poca jurisdicción sobre las restricciones a las importaciones y trabajó más sobre seguimiento a los movimientos de exportaciones y a los cambios en general. La Oficina de Control de Cambios fue reorganizada según ley 90 de 1948 como Oficina de Control de Cambios, Importaciones y Exportaciones. Esto con la idea de consolidar y ampliar su cobertura, dado el mayor número de transacciones efectuadas con el exterior después de 1945 y de adaptar su estructura organizacional al cumplimento de las normas fijadas en los acuerdos firmados con el Fondo Monetario Internacional.

El Sistema de Tipos de Cambio Múltiple (STCM) en Colombia fue establecido para hacer frente a la difícil situación de la balanza de pagos y por tanto para proteger las reservas internacionales del país. Pero también como instrumento para absorber choques transitorios del exterior como fue la segunda guerra mundial; para recaudar ingresos destinados al gobierno central y para los cafeteros a través del diferencial cambiario en los años cincuenta y sesenta; para estimular la entrada de capitales y de inversión directa, aunque en forma tímida y desordenada con las medidas tomadas después de 1948 y finalmente para fomentar el desarrollo de la industria nacional mediante la imposición de tasas diferenciales para las exportaciones menores y tasas altas para las importaciones de bienes no considerados preferenciales.

El Decreto 444 de 1967, que rigió hasta junio de 1991, establecía un severo régimen cambiario basado en el monopolio de las divisas en el Banco de la República, un control previo de todas las operaciones con divisas y severas multas a los infractores. Dicho esquema de control fue sustancialmente modificado con la Resolución 55 de 1991 de la antigua Junta Monetaria, expedida con base la Ley 9 del 17 de enero del mismo año, ley marco en cambios internacionales, normativa que acabó con el anotado monopolio del Banco de la República e incluso reconoció la posibilidad de una libertad en materia de divisas si así lo disponía la autoridad administrativa.

Si bien, el control de cambios severo dejó de existir, aun persisten controles a las operaciones de cambio, aunque ya no de una forma tan tangible como lo era entonces.

Nomenclaturas del precio del dólar en Colombia a traves del tiempo

  • La tasa de cambio entre 1923 y 1969 se refiere a la cotización de venta, y desde 1970 se refiere a la cotización de compra conocida como la "Tasa de Cambio Oficial".
  • A partir de julio de 1991, se aplica a la tasa de cambio oficial el descuento promedio ponderado de los certificados de cambio, (Resolución 55 de la Junta Monetaria y Resolución 3 de la Junta Directiva) con vencimiento entre 85 y 90 días.
  • A partir de noviembre de 1991, se aplica a la tasa de cambio oficial el descuento de los certificados de cambio, (Resolución 10 de la Junta Directiva) con vencimiento entre 345 y 360 días negociados en la bolsa de Bogotá.
  • Desde el 27 de noviembre de 1991, se refiere a la Tasa de Cambio Representativa del Mercado definida en la Resolución externa 15 del 27 de noviembre de 1991 de la Junta Directiva del Banco de la República. En esta resolución se le cambia el nombre por Tasa de Cambio Representativa del Mercado TRM:
    “TASA DE CAMBIO REPRESENTATIVA DEL MERCADO. Para los efectos previstos en esta Resolución, se entiende por "tasa de cambio representativa del mercado" el promedio aritmético simple de las tasas de las operaciones de compra y venta de divisas y certificados de cambio efectuadas por bancos comerciales y corporaciones financieras en las ciudades de Santa Fe de Bogotá D.C., Barranquilla, Cali y Medellin, excluidas las operaciones de ventanilla y las operaciones interbancarias."

Entidades responsables y metodología del precio del dólar en Colombia

La tasa de cambio en Colombia fue calculada o fijada por el Banco de la República desde 1923 hasta noviembre de 1991, en ese entonces era conocida como la Tasa de Mercado del Certificado de Cambio o Tasa de Cambio.

A partir del 27 de noviembre de 1991, la Junta Directiva del Banco de la República (JDBR) facultó a la Superintendencia Bancaria (hoy Superintendencia Financiera de Colombia) a calcular y certificar la TRM por medio de la Resolución Externa 15 del 27 noviembre de 1991, siguiendo la metodología señalada por el Banco de la República. El cálculo era el promedio aritmético simple de las tasas de las operaciones de compra y venta de divisas y certificados de cambio efectuadas por bancos comerciales y corporaciones financieras en las ciudades de Bogotá, Barranquilla, Cali y Medellín, y se excluían las operaciones de ventanilla y las interbancarias.

A lo largo de los años, se han realizado algunas modificaciones a la metodología de cálculo de la TRM con el objetivo de que el indicador de referencia esté acorde con el funcionamiento del mercado cambiario y en línea con los estándares internacionales. Entre las modificaciones más importantes encontramos:

  • El 21 de septiembre de 2004 se incorporan a las Compañías de Financiamiento Comercial y a las Sociedades Comisionistas de Bolsa a la muestra con la cual se calcula la Tasa de Cambio Representativa del Mercado (TRM). Luego, en septiembre de 2015, se aclara qué días no se calcula la TRM, así como el tratamiento de días festivos en Colombia y en Estados Unidos. Y posteriormente en diciembre de ese mismo año, se determina que el cálculo de la TRM solamente incluirá las operaciones de compra y de venta de dólares a cambio de moneda legal colombiana, es decir, solamente se incluirán las negociaciones directas entre estas monedas. Adicionalmente, se establece que se excluirán, a partir del 1 de febrero de 2016, las operaciones por montos inferiores a cinco mil dólares (USD 5.000).
  • A partir de 2017 la certificación de la Tasa de Cambio Representativa del Mercado (TRM) incluye únicamente el valor de este indicador, por lo que se dejarán de publicar las tasas promedio de compra y venta, tasas promedio de compra y venta por ventanilla y de volatilidad de la TRM.
  • Mediante la Resolución Externa 1 de 2018 de la JDBR se establece, en el artículo 40, que “la Tasa de Cambio Representativa del Mercado (TRM) es el promedio ponderado por monto de las operaciones de compra y venta de dólares de los Estados Unidos de América a cambio de moneda legal colombiana, pactadas para cumplimiento en ambas monedas el mismo día de su negociación, efectuadas por los Intermediarios del Mercado Cambiario dentro del horario que establezca el Banco de la Republica mediante reglamentación general” y que además, “se deberán excluir las operaciones de derivados, así como las operaciones efectuadas por los Intermediarios del Mercado Cambiario con entidades diferentes de las entidades vigiladas por la Superintendencia Financiera de Colombia y de la Nación - Ministerio de Hacienda y Crédito Público”. Finalmente, se establece que “la TRM será calculada diariamente y certificada por la Superintendencia Financiera de Colombia con base en la información disponible y la reglamentación expedida por el Banco de la República” y que “en aquellos casos en que no se pueda calcular la TRM de acuerdo con los criterios que señale el Banco de la República, la TRM del día corresponderá a la última tasa calculada y certificada por la Superintendencia Financiera de Colombia.”

Este artículo tiene como objetivo proporcionar una visión más detallada de la evolución del dinero y la tasa de cambio entre el dólar estadounidense y el peso colombiano. Hemos recopilado datos de 1835 a 1905 del Compendio de Estadísticas Históricas de Colombia de Urrutia y Arrubla (1970). A partir de 1905, utilizamos las cifras publicadas por el Banco de la República.

Este breve repaso de los eventos monetarios en Colombia no solo nos permite explicar parcialmente las fluctuaciones en el tipo de cambio del peso colombiano en términos de dólares, sino también destacar los desafíos que surgen en la investigación histórica al intentar encontrar estas equivalencias. Estos desafíos son especialmente notables durante la segunda mitad del siglo XIX, debido no solo a la falta de información, sino también a la variedad de monedas en circulación durante ese período.

En las series de datos que comienzan en 1835 y se extienden hasta 1904, la principal fuente de información fueron los informes del Director de la Casa de la Moneda de los Estados Unidos (U.S. Mint), que proporcionaban las equivalencias en dólares. Dado que las monedas extranjeras eran aceptadas para el pago de aranceles aduaneros, la Casa de la Moneda de los Estados Unidos calculaba regularmente su valor en términos de dólares, basándose en su contenido de oro o plata. A partir de 1905, se presentan las cifras publicadas por el Banco de la República.

Fuentes:
Alternativas de Nuestra Legislación Monetaria, Arturo Tapias Pilonieta, 1936
Compendio de Estadísticas Históricas de Colombia de Urrutia y Arrubla , 1970
El Tipo de Cambio en Colombia 1932-1974, Carmen Astrid Romero Baquero, 2005
La Economía Colombiana en la Revista del Banco de la República 1927-2015, Mauricio Avella Gómeza, 2016
Antecedentes del Banco de la República 1904-1922, Adolfo Meisel Roca, 2017
Historia del Banco de la República 1923-2015, José Darío Uribe Escobar, 2017
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La tasa TRM a la que se liquida el precio del dólar es de $4,194.97, con vigencia para el martes 8 de octubre de 2024.

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"En la vida hay dos clases de tontos: los que pronostican el precio del dólar y los que les creen."