Las acciones chinas se desplomaron más de un 6 por ciento el martes a mínimos en 14 meses después de que los precios del petróleo cayeron de nuevo, lo que reactivó las preocupaciones sobre el crecimiento global y provocó una ola de ventas en los mercados de valores del mundo.

El índice compuesto de Shanghái cerró con una baja de un 6,4 por ciento después de un frenesí de ventas al final de la sesión, a 2.749,79 puntos, su cierre más bajo desde el 1 de diciembre del 2014.

El referencial CSI300 de las principales acciones que cotizan en Shanghái y Shenzhen cayó un 6,0 por ciento, a 2.940,51 puntos, también su nivel más débil desde principios de diciembre del 2014.

Después de un rebote el viernes y a comienzos de la sesión del lunes, los precios del crudo cayeron por debajo de 30 dólares por barril, no muy lejos de los mínimos en 12 años que alcanzaron la semana pasada, poniendo fin a un par de días de ganancias para las acciones de Wall Street.

Por su parte, la bolsa de Tokio cerró el martes en fuerte baja de 2,35%, debido al retroceso de Wall Street en la víspera y la caída de los precios del petróleo. El índice Nikkei de los 225 principales valores perdió 402,01 puntos a 16.708,90 puntos.

Los mercados de valores de China han caído alrededor de un 22 por ciento en lo que va del año por las preocupaciones sobre la desaceleración de la economía y la confusión sobre la política cambiaria del banco central.

Muchos inversores han perdido la confianza después de un paseo salvaje desde el verano boreal pasado, cuando las acciones cayeron un 40 por ciento.

Pekín intervino para detener ese declive y organizó una recuperación que algunos vieron como una señal de que el mercado había tocado piso.

"Hemos visto otra estampida impulsada por el pánico", dijo Yang Hai, analista de Kaiyuan Securities. "No hay buenas noticias a la vista, mientras los inversores están siendo afectados por el estado de ánimo global de aversión al riesgo". La caída ha provocado una gran cantidad de liquidación forzosa, agregó.