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Lo que viene para Colombia tras la caída del petróleo

diciembre 19 de 2014

La recuperación de Estados Unidos amenaza la inversión extranjera en los países emergentes y el dólar seguirá por la nubes.

Lo que viene para Colombia tras la caída del petróleo

Paralelo a la caída de los precios del petróleo a nivel internacional —que prendió las alarmas desde el segundo semestre de 2014 por tratarse de un recurso que representa el 50% de la canasta de exportaciones de Colombia—, las medidas pensadas por Estados Unidos y el Banco Central Europeo para fortalecer sus economías amenazan la inversión extranjera en los países emergentes.

Los pronósticos, según los encargados de las investigaciones económicas en dos de los bancos más importantes del país y de la comisionista de bolsa Alianza Valores, no son los mejores. “La foto de la economía colombiana cambió rapidísimo”, dice Munir Jalil, economista jefe de Citibank.

Y no es para menos, explica: la recuperación de la economía norteamericana está sacando de la comodidad a los países emergentes que se vieron beneficiados con la crisis financiera. Los desarrollados empezarán a liderar el crecimiento mundial para este año que, según el Fondo Monetario Internacional, será de 3,5%.

Esto significa que Estados Unidos —aumentará las tasas de interés— estaría volviendo a ser un país atractivo para la inversión extranjera, lo que pondría en riesgo la que estaba enfocada en Latinoamérica. Para Jalil, “aumentará la inversión extranjera en Estados Unidos, por lo que podría empezar la venta de activos en países emergentes”.

En este escenario, Colombia se vería afectada por mayor devaluación del peso, la financiación en dólares sería más costosa, pero también dinamizaría las exportaciones hacia ese país, uno de los principales socios comerciales.

Teniendo en cuenta que la balanza comercial cerró con un déficit de US$6.293 millones en 2014, esa sería una buena noticia para las exportaciones, que, sin embargo, recibirían un golpe que oscila entre los US$10 mil millones y los US$15 mil millones para 2015, según cifras del Citi y Bancolombia, por cuenta del desplome del crudo.

Por otro lado, el Banco Central Europeo, utilizando el mismo instrumento de Estados Unidos tras la crisis de 2008, generará una emisión de euros cercana a un trillón.

Medida que, aunque para el Citi podría significar inversión del viejo continente en los mercados emergentes, entre ellos Colombia, para el gerente de investigaciones de Alianza Valores, Felipe Campos no representa necesariamente la llegada de estos capitales al país.

“Una liquidez no puede reemplazar a otra. En temas de bolsa, la liquidez de Estados Unidos no llegó a Colombia sino a las economías desarrolladas. Pasaría lo mismo con Europa, porque la expansión cuantitativa está diseñada para debilitar el euro y fortalecer el dólar”, dice.

Por su parte, Alexánder Riveros, economista senior de Bancolombia, considera que “las tasas de interés pueden quedar en niveles muy bajos, lo que lleva a que la liquidez haga que los inversionistas busquen a países emergentes”.

Estos movimientos que prevén los analistas se dan en un contexto de constante revaluación del dólar (promedio de $2.484,76), y aunque es difícil predecir lo que pasará con la divisa a largo plazo, se estima que se moverá, en 2015 en rangos de $2.350 (Bancolombia), $2.500 (Citi) y $2.600 (Alianza Valores).

Aunque Colombia, coinciden, sigue siendo un país atractivo en medio de esta coyuntura y con amortiguadores para superar la crisis, que será aún más fuerte en 2016, hace falta que sea reconocida desde el Gobierno y una parte de los economistas.

“Muchos economistas reconocen que se equivocaron y que no vamos a crecer a más del 4% sino al 3% este año, pero para 2016 siguen diciendo que sobre 3%. La etapa de reconocimiento de la caída del crecimiento va a la mitad, la otra mitad es reconocer que 2016 no va a ser cerca del 3% sino del 2%”, dice Campos.

Este panorama no es nada alentador y menos aún cuando por cuenta del desplome del petróleo el Gobierno tendrá que buscar financiación para cerca del 1% del PIB, que se verá afectado por este motivo. Entonces será necesaria una nueva reforma de financiamiento que implicaría el aumento del 2% del IVA. En esta crisis, ningún bolsillo se salvará.

"En la vida hay dos clases de tontos: los que pronostican el precio del dólar y los que les creen."