Empresas petroleras reducirán la inversión en el 2015

Empresas petroleras reducirán la inversión en el 2015

diciembre 10 de 2014

El precio del petróleo, la operatividad y la reforma tributaria, los retos de la industria para el próximo año. Más de la mitad de estas empresas consideraría trasladar sus proyectos hacia otros países.

Empresas petroleras reducirán la inversión en el 2015

El 2014 termina con un sabor agridulce para el sector de hidrocarburos. De acuerdo con la más reciente entrevista de percepción realizada por la Asociación Colombiana del Petróleo (ACP) a varias empresas del sector, en los próximos dos años el 50 por ciento de las compañías del sector consideraría reducir o cancelar su inversión en exploración en Colombia.

Entre las causas se identificaron problemas de entorno que condicionan sus planes y cronogramas, la disminución en las oportunidades de inversión y el nuevo marco fiscal del país, enmarcado en la reforma tributaria que es materia de discusión en el Congreso de la República.

Igualmente, el 70 por ciento de las compañías del sector calificó como deficiente o regular la ejecución de su presupuesto de inversión, como consecuencia de las demoras en la expedición de licencias y permisos ambientales, problemas con las comunidades (conflictividad social), orden público y las consultas previas.

Como consecuencia de estos factores adversos que dificultan la operatividad de la industria, las entrevistas realizadas permitieron detectar que el 52 por ciento de las empresas que operan en el país considerarían desplazar su interés de invertir hacia otros países de la región. Ese porcentaje es el doble comparado con las respuestas dadas a la misma pregunta en 2013.

Entre las causas identificadas por las compañías se encuentran: menor prospectividad, dificultad para operar y menor competitividad económica. Además, algunas compañías tienen entre sus opciones de inversión a México, que en el próximo año abrirá sus fronteras a la inversión privada.

En producción el panorama no es distinto. Aunque el 44 por ciento de las compañías entrevistadas mantendrá su inversión en este aspecto y el 30 por ciento lo aumentará, el 22 por ciento está considerando reducir la inversión en producción. Las cifras obtenidas comparadas con 2013 indican que se triplicó el número de empresas que estarían considerando disminuir la inversión en producción y se reducen a la mitad las que piensan aumentarla. Entre las causas identificadas se encuentran razones económicas que condicionan las inversiones y los problemas de entorno que afrontan las empresas en las regiones.

Finalmente, la entrevista realizada identificó una tendencia generalizada en las compañías que perciben que la competitividad del país ha disminuido desde 2011.

Factores como los términos fiscales y la estabilidad en las reglas de juego fueron calificados por los entrevistados como ‘medianamente competitivos’. Solo la estabilidad política del país fue calificada como ‘muy competitiva’.

Así las cosas, para la industria de hidrocarburos es necesario que en los próximos años se generen mejores condiciones en proyectos convencionales, en 'offshore', en no convencionales y mejorar el recobro de campos existentes, que permitan incorporar nuevas reservas y lograr las metas establecidas por el Gobierno en su Marco Fiscal de Mediano Plazo 2014.

La sostenibilidad fiscal del país en el mediano plazo depende de la producción de petróleo, y el aumento de los volúmenes de crudo es la forma más efectiva de compensar la caída de los precios internacionales que se está registrando actualmente.

PRECIOS DE PETRÓLEO Y REFORMA TRIBUTARIA

Otros dos aspectos que hacen que el panorama sea incierto para la industria son los precios internacionales del crudo y la reforma tributaria que se discute actualmente. El desplome abrupto en los precios del petróleo golpea no solo a las empresas sino al país entero.

En el caso de la industria, las compañías empiezan a hacer ajustes en sus estructuras de gastos y a ser aún más selectivas en las inversiones.

Mientras más se prolonguen los precios bajos, mayor será el impacto fiscal. Por cada dólar que caiga el precio de manera sostenida durante un año, descontada la devaluación, el hueco fiscal será de 300 mil millones de pesos. En el 2015 el impacto sería de al menos dos billones de pesos y en 2016 estaría entre ocho billones de pesos y 11 billones de pesos.

Otro factor generador de incertidumbre es el régimen fiscal. La reforma tributaria es inequitativa con la industria de hidrocarburos, pues el sector terminaría pagando más del 20 por ciento de la misma.

La medida impacta de manera significativa a las empresas al gravar activos en período improductivo. El incremento en las tarifas del CREE golpearía aún más a la industria, pues impactará la producción en el corto plazo, la exploración en el mediano y largo plazo y las reservas del país.

El impuesto a la riqueza y el gravamen a los movimientos financieros golpean a todos, pero de manera especial, e inequitativa, a las empresas del 'upstream' y del 'downstream' del sector.

En el caso del sector de hidrocarburos la reforma tiene una consecuencia adicional: impacta la competitividad del país frente a una región que se esmera cada día más por atraer inversión. Mientras otros países abren sus puertas a la industria, la conjunción de factores en Colombia no permite ver un panorama claro.

De pasar la reforma tributaria como está planteada, el sector pagará 2,6 billones de pesos al año en impuestos, que es el costo de la campaña exploratoria de un año. Es decir, se impactará la actividad exploratoria y la producción, pues los recursos destinados a esta actividad se irán en pago de más impuestos. Si no se incentiva la exploración y producción de petróleo, es muy factible que se requieran nuevos aumentos de impuestos en un futuro cercano.

La ACP ha dialogado y continúa dialogando con el Gobierno nacional acerca del impacto de la reforma tributaria en los costos operativos del sector y en la competitividad del país, así como también para que se estudien otras opciones.

Así las cosas, para la mayoría de las compañías la decisión final de invertir en el país dependerá de poder operar, de la reforma tributaria y de los precios del petróleo.

"En la vida hay dos clases de tontos: los que pronostican el precio del dólar y los que les creen."