Crecimiento económico será limitado para 2017 y 2018

enero 1 de 2018

Esto se encuentra en concordancia con los indicadores de escasa confiabilidad que los colombianos tienen en el escenario actual y en la proyección que se percibe de la economía.

Crecimiento económico será limitado para 2017 y 2018

A un cuando las cifras son preliminares, es posible establecer una tendencia al crecimiento económico del país para 2017 y –con las reservas del caso- para 2018. La perspectiva es baja, en términos relativos y se esperaría que la variación total de la producción de Colombia para el presente se encuentra en concordancia con los indicadores de escaza confiabilidad que los colombianos tienen en el escenario actual y en la proyección que se percibe de la economía.

Condicionantes como estas, por lo general, van asociadas a una baja favorabilidad para los mandatarios. En efecto, las preferencias en cuanto a una buena gestión del Presidente Juan Manuel Santos, no superan el 22 por ciento. Es probable que los logros de la paz no se puedan dimensionar en toda su importancia, ahora menos, cuando funcionarios de Naciones Unidas han puntualizado que casi la mitad de excombatientes de las FARC, han abandonado las zonas de concentración de Cali.

El hecho de que la economía no cuente con una oportuna institucionalidad, en especial luego de 1990 cuando se creyó el mito que el "mercado lo resuelve todo" y que "el estado lo que debe hacer es concentrarse en la elaboración de leyes, velar por su cumplimiento, y un mínimo nivel de educación para la sociedad", pasa ahora factura. Lo viene haciendo desde hace tiempo. A partir de esto, de la debilidad institucionalidad, es que se puede afirmar que Colombia tiene más territorio que Estado.

Para 2017, es la agricultura la que jalona el crecimiento con una aumento sectorial de 5.6 por ciento. Pero para el año 2018, este indicador tendería a contraerse en un 1 por ciento. Se trataría aquí, probablemente, de un efecto rebote, se crece alto este año porque los niveles comparativos que se tienen son relativamente bajos y luego tiende a decrecer en un tiempo posterior.

Por otra parte, la caída del sector minero es evidente. Para este año con un - 4.1 por ciento y se estima que esa contracción –aunque más moderada en su caída- continué con un 2.1 por ciento para 2018. La locomotora minera ya no reporta su empuje al crecimiento como fue en el tiempo de altos precios de las materias primas, lo que permitió –entre otras consideraciones- números fortalecidos en los ingresos no tributarios del gobierno, recuperación de la balanza comercial y fortalecimiento de la moneda nacional.

El sector que sí continúa su racha de números favorables es el de servicios financieros. Este ámbito financiarista de la economía –que tiene prácticamente un juego de suma cero con el sector real de la producción- crece en 2017 un 3.6 por ciento. Se espera que para el año entrante, este aumento sea de 3.9 por ciento.De manera que para los banqueros el viento favorable desde la popa mantiene el entusiasmo de altas ganancias, dinamismo y competitividad del sector.

En cuanto a la construcción se estima que crecerá en un 2.6 por ciento para 2017 y que tendrá un repunte de 3.4 por ciento para 2018. Aún con esto, las cifras no están tan consolidadas para la creación de empleos, algo que puede hacer que el crecimiento económico se traduzca en oportunidades para la población. De allí que las cifras macro, en general, no se perciban como bienestar para muchos sectores.

"En la vida hay dos clases de tontos: los que pronostican el precio del dólar y los que les creen."